
La gente no está enferma porque haya entrado en contacto con aditivos de la industria química. El presentador John Oliver nos deja una reflexión acerca de las alarmas sobre aditivos químicos, en líneas generales llama un poco a la calma general sobre estudios científicos sensacionalistas:
- si un compuesto en ratas parece ser nocivo, no significa que vaya a serlo en personas.
- Si un estudio tiene menos de 1000 sujetos, puede que no sea reproducible.
- La mayoría de estudios tienen experimentos diseñados para comprobar una hipótesis preestablecida.
- Lo que pasa en el laboratorio no siempre se corresponde con lo que pasa en la clínica.
- Si un estudio afirma cumplirse al 100%, es que no se cumple al 100%.
- La moda de cuidarse ha venido para quedarse, el runing, la dieta, todo lo que nos hace manternernos sanos y mostrar la mejor versión de nosotros mismos. Eso es algo bueno, pero desgraciadamente también algunos ven oportunidad de negocio y se aprovechan del consumidor desinformado. Como hemos mencionado otras veces, hay intereses económicos de la industria alimentaria y estudios sesgados para lanzar sus campañas de marketing, así que ¿de quién podemos fiarnos? ¿de los estudios que hace la industria? ¿de experimentos sesgados? lo más sensato parece confiar en la independencia de las autoridades, la independencia de la EFSA (European Food Safety Administration), organismo europeo formado por científicos que estudia lo relacionado con la alimentación y emite informes al respecto. El equivalente americano es la FDA (Food and Drug Administration) por ejemplo, si a alguien se le ocurre vender cafeína pura en polvo, la FDA informa de sus efectos adversos. Only in America!
- Si a la Química! No a la químiofobia! Los medios han convertido a la química en sinónimo de malo, algo que hay que evitar y es lo contrario de sano. Los productos químicos son sinónimo de tóxicos. Pues bien, aunque no lo creáis, estamos hechos de C, H, O, N, P, S, átomos que forman moléculas ordenadas en células, tejidos y órganos. Somos química, igual que el resto del universo.
- La dosis hace al veneno, antes de hablar de veneno habría que ver de qué cantidad estamos hablando. Un exceso de vitaminas puede ser tan malo como un exceso de arsénico o cianuro. Cada cosa tiene su dosis letal, incluso, para el que crea en ello, según la homeopatía una dosis reducida de un compuesto considerado tóxico puede ser terapéutica. De cualquier forma una dosis muy reducida puede que no tenga ningún efecto en el cuerpo.
- No existen las soluciones fáciles. Las cosas que valen la pena exigen esfuerzo y llevar una vida sana y saludable no es fácil, exige sacrificio. Las soluciones rápidas como las dieta detox, milagro, , chamanes etc son un robo e incluso peligrosas a veces. Adelgazar de forma saludable, cuesta tiempo y es duro. Tampoco podemos esperar llevar una vida de excesos, alcohol y sedentarismo y después que unos dias de ayuno y cuatro batidos de pepino nos dejen como nuevos.
La dieta detox, dietas purificadoras o limpiadores de hígado o riñón están ganando muchos adeptos, sobretodo entre el público femenino, quizás porque prometen purificación y redención, quizás porque creemos que lucimos mejor si estamos purificados. De alguna manera, hemos relacionado la comida hipercalórica y dulce con el pecado y la contaminación, así que existe un aura espiritual en el rollito dieta detox. ¿Funcionan realmente? Según la clínica Mayo, (y probablemente la mayoría de la comunidad científica) no hay ninguna evidencia sobre la capacidad de ninguna dieta para eliminar compuestos tóxicos del organismo, es decir son un engaño, un sacadineros, se ríen del consumidor. Una vez dicho esto, explicaré un poco y comentaré alguna evidencia que he encontrado sobre compuestos que parece que ayuden a eliminar a otros, vamos a hilar un poco más fino.
- Disrupción endocrina
- Enfermedad cardiovascular
- Defectos en el desarrollo neurológico
- Enfermedad metabólica
- Cáncer
A pesar de haber sido prohibidos, siguen encontrándose POPs en la naturaleza, es decir, cuesta muuuucho degradarlos. Por su parte, unos primos hermanos, los polifenilos biclorados (PCB del inglés) fueron prohibidos en 1970, pero siguen encontrándose en cualquier muestra de sangre, grasa o leche, aunque hay que mencionar que las técnicas de detención actuales pueden detectar cantidades femtomolares, que distan mucho de ser tóxicas. Aunque la EFSA afirmó en 2012 que existen POPs en casi toda la comida (pescado, carnes y lácteos) a fecha de hoy no hay consenso sobre su toxicidad. En 2012 un panel de expertos de la OMS concluyó que, aunque los disruptores endocrinos si que interfieren con el funcionamiento normal hormonal, no hay evidencia firme de que la salud mundial haya sido mermada por el uso de estos compuestos.
2. Oftalatos, otros compuestos al que estamos expuestos constantemente. Se incluyen en cosméticos, envases, juguetes de plástico. Han mostrado asociación con defectos reproductivos (antiandrogénico) y de desarrollo en animales de laboratorio. Se han retirado de algunos juguetes.
3. El bisfenol A. Usado en envases de comida y bebida, se ha relacionado con cambios en la reproducción, enfermedad cardiovascular y diabetes. Se está investigando en EU, EEUU y Australia pero a fecha de hoy los niveles a los que estamos.
4. Metales. Pueden ser también tóxicos, mercurio, plomo, cadmio en la comida, arsénico, aluminio en cosméticos, sin embargo la dosis letal depende de a quien le preguntemos, para la OMS los niveles tóxicos de metales son superiores a los que conseguimos haciendo una vida normal, la americana ¨Centers for disease Control and Prevention¨ no hay niveles seguros de plomo.
5. Productos naturales. Alérgenos en plantas, frutas y animales. Iodo, presente en el cuerpo en condiciones fisiológicas, pero que en exceso puede producir desórdenes tiroideos.
b) ¿Cómo podríamos eliminar algunas de estas sustancias?
Mediante quelación, introducimos en el organismo una molécula quelante (secuestradora) más grande, que actuará como trasportadora, con pares de electrones libres que abraza a otra molécula o átomo más pequeño (que tiene orbitales vacíos para albergar esos electrones) que se quiere aislar. El complejo formado tiene otras propiedades y puede ser excretado.
Esta terápia se usa en el hospital si hay envenenamiento por metales pesados (mercurio, plomo). Algunos médicos utilizan la terapia de quelación con EDTA (primera molécula del dibujo) para eliminar el calcio de las arterias y frenar la aterosclerosis, pero hay algo de controversia sobre los beneficios de esta terapia, parece ser que no hay nada comprobado además de tener muchos riesgos para salud.
La siguiente tabla fue publicada en el Journal of Human Nutrition and Dietetics y recoge algunos experimentos de detoxificación, es decir, administrar un determinado nutriente ha facilitado la excreción de un compuesto tóxico concreto (elemento eliminado en la tabla).
Como vemos, las algas como el nori del sushi o Chorella pyrenoidosa han conseguido aumenta la eliminación de algunas dioxinas (H6CDD, PCDDs), PCBs y PCDFs dibenzofurano policlorado. El mecanismo de acción parece ser que reducen simplemente su absorción intestinal, no llegan a sangre y son excretados con las heces. Por otro lado, algas y plantas tienen clorofila, que es capaz de quelar magnesio (igual que la hemoglobina tiene hierro) esa estructura porfirínica de 4 nitrógenos apuntando al centro es ideal para secuestrar metales que tienen carga positiva, quieren electrones. Además algunas proteínas, como la metalotioneina, están presentes en estas algas y tienen también efecto quelante. El cuerpo sintetiza metalotioneina en hígado y riñones y las utiliza para secuestrar (quelar) iones libres para hacer moverlos, almacenarlos, eliminarlos u otras funciones.
Riesgos sobre la salud de la dieta detox. Cualquier intervención o cambio drásticos que hagamos sobre nuestro organismo debería de estar supervisado por un médico. Mucho cuidado con tomar diuréticos o laxantes en exceso, podríamos deshidratarnos. No es buena idea hacer ayuno para eliminar estos compuestos, las dioxinas los PCBs y otros son liposolubles, se acumulan en la grasa. Si movilizamos los depósitos de grasa podríamos liberar estos compuestos a la circulación. Así llegarían a más órganos, la solución sería peor que el problema.
En conclusión, existe un debate sobre qué cantidad de moléculas exógenas son tóxicas. Un bando defiende que no hay peligro y los niveles a los que estamos expuestos no son ni serán perjudiciales. El otro afirma que desconocemos los efectos de la exposición de nuevos compuestos a largo plazo, se acumulan y no podemos excretarlos. Lo cierto es que no hay ninguna pandemia mundial que afecte a la población por exposición a compuestos químicos exógenos. Ya la hubo con el tabaco, el DDT y otras sustancias y se ha localizado el problema. Lo más parecido podría ser el cáncer, pero no hay pruebas sobre ello.
Quizás el principal motor de la dieta detox es que nos sentimos mejor con nosotros mismos haciendo un acto de redención ¨así me limpio por dentro¨. Lo que es seguro es que a largo plazo una dieta sana es más beneficiosa que ¨desintoxicarse¨ rápidamente con un batido del mercadona.
Fantástico artículo! Es una llamada a la cordura y a la sensatez.
Gracias Rita, un placer verte de nuevo por el blog 😉
Me encanto! Estoy totalmente deacuerdo y me gustaria citar tu artículo de opinion en las charlas que doy de nutricion
Encantado Michelle adelante!